- Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
- - Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que sufren hambre.
- - Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar diario.
- - Conseguir pleno empleo productivo y trabajo digno para todos, incluyendo mujeres y jóvenes. A quienes más afecta la pobreza es a los niños y niñas. Aunque la privación grave de bienes y servicios perjudica a todos los seres humanos, resulta más amenazante para los derechos de la infancia: a la supervivencia, la salud y la nutrición, la educación, la participación y la protección contra el peligro y la explotación. Establece un entorno que perjudica el desarrollo infantil de muchas maneras: mental, física, emocional y espiritual. Más de 1000 millones de niños y niñas sufren una grave carencia de por lo menos uno de los bienes y servicios necesarios para sobrevivir, crecer y desarrollarse. En algunas regiones del mundo la situación es peor que en otras, pero incluso dentro de un mismo país puede haber amplias disparidades: entre la población infantil de las ciudades y los medios rurales, por ejemplo, o entre los niños y las niñas. Un influjo turístico en una zona puede mejorar las estadísticas generales sobre la pobreza de un país, mientras la mayoría sigue siendo pobre y desprotegida. Cada una de las privaciones incide en el efecto que tienen las otras. Por ello, cuando coinciden dos o más, las repercusiones para los niños y niñas pueden ser catastróficas. Por ejemplo, las mujeres que deben caminar largas distancias a fin de conseguir el agua necesaria para el hogar no suelen poder prestar asistencia plena a sus hijos, lo que podría afectar su salud y su desarrollo. Y los propios niños y niñas que deben caminar largas distancias para obtener agua tienen menos tiempo para acudir a la escuela, un problema que afecta especialmente a las niñas. Los niños y niñas que no están inmunizados o que se encuentran desnutridos son mucho más susceptibles de contraer enfermedades que se propagan a través de las malas condiciones de saneamiento. La pobreza agrava los efectos del VIH/SIDA y de los conflictos armados, recrudece las disparidades sociales, económicas y entre los géneros y socava los entornos protectores de las familias.
- Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal.
- - Asegurar que en 2015, la infancia de cualquier parte, niños y niñas por igual, sean capaces de completar un ciclo completo de enseñanza primaria.
- Aunque el plazo para la mayoría de los Objetivos de Desarrollo del Milenio es el año 2015, el de la meta destinada a obtener la paridad entre los géneros se estableció 10 años antes, un reconocimiento de que la igualdad en el acceso a la educación es la base de todos los demás objetivos para el desarrollo. Sin embargo, las últimas estadísticas indican que por cada 100 niños que no van a la escuela, todavía hay 117 niñas en la misma situación. Hasta que no haya el mismo número de niñas que de niños en la escuela, será imposible impartir los conocimientos necesarios para erradicar la pobreza y el hambre, combatir la enfermedad y asegurar la sostenibilidad del medio ambiente. Y millones de niños, niñas y mujeres seguirán muriendo innecesariamente, una circunstancia que pone en peligro todos los programas en favor del desarrollo.
- Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.
- - Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza antes de finales de 2015.
- Aunque el plazo de la mayoría de los Objetivos de Desarrollo del Milenio es el año 2015, la meta de la paridad entre los géneros se estableció para 10 años antes, un reconocimiento de que la igualdad en el acceso a la educación es la base de los otros objetivos de desarrollo. Sin embargo, las estadísticas más recientes indican que por cada 100 niños que no van a la escuela, hay 117 niñas en la misma situación. Hasta que no vayan a la escuela el mismo número de niñas que de niños, será imposible impartir el conocimiento necesario para eliminar la pobreza y el hambre, combatir la enfermedad y asegurar la sostenibilidad del medio ambiente. Además, millones de niños y niñas seguirán muriendo innecesariamente, una cifra que compromete las demás metas del programa para el desarrollo.
- Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil.
- - Reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad de niños menores de cinco años.
- Más de un 70% de los casi 11 millones de muertes infantiles que se producen todos los años se deben a seis causas: la diarrea, el paludismo, las infecciones neonatales, la neumonía, el parto prematuro o la falta de oxígeno al nacer. Estas muertes se producen sobre todo en el mundo en desarrollo. Un niño de Etiopía tiene 30 veces más probabilidades de morir al cumplir cinco años que un niño de Europa occidental. Entre las muertes infantiles, en Asia meridional y central se producen las mayores cifras de muertes neonatales, mientras que en África subsahariana se registran las tasas más elevadas. Dos terceras partes de las muertes ocurren en solamente 10 países. Y la mayoría se pueden evitar. Algunas de estas muertes se deben a enfermedades como el sarampión, el paludismo o el tétanos. Otras son el resultado indirecto de la marginación, los conflictos y el VIH/SIDA. La desnutrición y la falta de agua potable y saneamiento contribuyen a la mitad de todas estas muertes infantiles. Pero las enfermedades no son inevitables, ni tampoco los niños enfermos tienen por qué morir. Las investigaciones y la experiencia indican que 6 millones de los casi 11 millones de niños y niñas que mueren todos los años podrían salvar la vida por medio de medidas nada sofisticadas, basadas en pruebas empíricas y eficaces en relación a sus costos, como vacunas, antibióticos, suplementos de micronutrientes, mosquiteros tratados con insecticida y una mejora de las prácticas de atención familiar y lactancia materna. Estas medidas forman la base de las actividades de UNICEF para ayudar a los niños y niñas a sobrevivir, y se llevan a cabo por medio de cientos de aliados y de las oficinas sobre el terreno -así como empleados itinerantes- en todo el mundo.
- Objetivo 5: Mejorar la salud materna
- - Reducir en tres cuartas partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad materna.
- - Lograr el acceso universal a la salud reproductiva.
- Una de cada seis mujeres en África subsahariana tiene más probabilidades de morir durante el embarazo o el parto, en comparación con 1 de cada 4.000 en los países industrializados, la mayor diferencia entre países ricos y pobres en cualquiera de los indicadores de salud. Esta enorme disparidad está reflejada en varias declaraciones y resoluciones mundiales. En septiembre de 2001, 147 jefes de estado apoyaron colectivamente los Objetivos de Desarrollo del Milenio 4 y 5: reducir la tasa de mortalidad infantil en dos terceras partes y la tasa de mortalidad derivada de la maternidad en tres cuartas partes entre 1990 y 2015. Firmemente vinculado a estos objetivos se encuentra el 6: detener y comenzar a reducir la propagación del VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades. Las causas directas de la mortalidad derivada de la maternidad son la hemorragia, las infecciones, el parto obstruido, los trastornos hipertensivos del embarazo y las complicaciones derivadas de los abortos realizados en condiciones peligrosas. Hay discapacidades relacionadas con el nacimiento que afectan a muchas más mujeres y no reciben tratamiento, como las lesiones de los músculos de la pelvis, de otros órganos o de la médula espinal. Por lo menos un 20% de las enfermedades que sufren los niños y niñas menores de cinco años están relacionadas con la salud y nutrición deficiente de sus madres, así como con la calidad de la atención durante el embarazo y los primeros días de vida del recién nacido. Cerca de 8 millones de recién nacidos mueren antes o después del alumbramiento o en su primera semana de vida. Además, muchos niños y niñas sufren todos los años la trágica pérdida de sus madres. Estos niños y niñas tienen 10 veces más probabilidades de morir durante los dos primeros años después de la muerte de sus madres. Otro riesgo que sufren las mujeres embarazadas es el paludismo. Puede conducir a la anemia, que aumenta el riesgo de mortalidad infantil y derivada de la maternidad y genera problemas para el desarrollo de los recién nacidos. Las carencias nutricionales contribuyen también al bajo peso y a la existencia de defectos de nacimiento. La infección por VIH es una amenaza cada vez mayor. La transmisión de madre a hijo del VIH en entornos de escasos recursos, especialmente en aquellos países donde la infección entre los adultos sigue aumentando o se ha estabilizado a niveles muy elevados, sigue siendo un importante problema, ya que hasta un 45% de las madres VIH-positivas trasmiten la infección a sus hijos. Además, el VIH se ha convertido en la principal causa de mortalidad derivada de la maternidad en países muy afectados como Sudáfrica. Una gran mayoría de estas muertes y discapacidades se pueden prevenir, ya que sobre todo se deben a una atención insuficiente durante el embarazo y el parto. Alrededor del 15% de los embarazos y de los partos necesitan atención obstétrica de emergencia debido a complicaciones que resulta difícil predecir. El acceso a la atención especializada durante el embarazo, el parto y el primer mes después del nacimiento es fundamental para salvar las vidas de estas mujeres, y las de sus hijos.
- Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
- - Haber detenido y comenzado a reducir la propagación del VIH/SIDA en 2015.
- - Lograr, para 2010, el acceso universal al tratamiento del VIH/SIDA de todas las personas que lo necesiten.
- - Haber detenido y comenzado a reducir, en 2015, la incidencia de la malaria y otras enfermedades graves.
- La enfermedad puede llegar a ser cruel para la infancia, especialmente cuando se combina con la pobreza, un factor que afecta a gran parte del mundo en desarrollo. Cuando no hay una buena nutrición, saneamiento y atención de la salud, el VIH/SIDA, el paludismo, el sarampión, la poliomielitis y la tuberculosis significan la muerte segura para millones de niños y niñas que en otras partes podrían sobrevivir y florecer. Solamente el SIDA ha costado la vida de más de 20 millones de personas y podría costar muchas más vidas si se mantienen las tendencias actuales. Alrededor de 500.000 niños y niñas menores de 15 años murieron a causa de la enfermedad solamente el año pasado, y un 13% de las nuevas infecciones en 2004 (640.000 casos) afectaron a niños y niñas. Y las madres y las mujeres embarazadas están enfermas; hasta noviembre de 2004, las mujeres constituían cerca del 50% de los más de 37 millones de personas que vivían con VIH en todo el mundo, y un 60% en África subsahariana. La pandemia afecta a todos los sectores de la sociedad en un ciclo de enfermedad y vidas perdidas; los progenitores enfermos no pueden trabajar ni mantener a su familia, los niños abandonan la escuela para ayudar, los huérfanos son víctimas de la violencia, la enfermedad y, tal vez más tarde, el VIH/SIDA; un país afectado por la pobreza tiene mucha menos capacidad para prestar apoyo a sus ciudadanos. Sin embargo, el paludismo es proporcionalmente más mortífero para los niños y niñas menores de cinco años, responsable de un 10% de la mortalidad infantil en el mundo en desarrollo. Cuando se contrae durante el embarazo, puede afectar gravemente el tamaño y el desarrollo del recién nacido. Impide que los niños y niñas acudan a la escuela y que los adultos trabajen. Todos los años le cuesta a África de 10.000 a 12.000 millones de dólares en producto interno bruto perdido. En una respuesta con carácter de urgencia a esta sombría situación, varios países africanos se comprometieron en 2000 a establecer una serie de metas para la lucha contra el paludismo que deben cumplirse a finales de 2005. Los métodos consistían sobre todo en la distribución de mosquiteros tratados con insecticida entre el 60% de las personas más expuestas a riesgo y la administración de tratamiento intermitente preventivo para el 60% de las mujeres embarazadas. Otras enfermedades cuestan la vida de numerosas víctimas infantiles. La desnutrición y el SIDA contribuyen al aumento en los casos de tuberculosis, que afecta actualmente a 250.000 niños y niñas. Los brotes de poliomielitis y cólera exigen medidas rápidas y experimentadas en algunas de las zonas más afectadas del mundo. Durante las últimas décadas, las investigaciones y la experiencia han indicado claramente lo que es necesario hacer, aquello que da resultados y lo que no los da. Hay medidas rentables y de eficacia demostrada, entre ellas la administración de suplementos de micronutrientes, los mosquiteros tratados con insecticidas, la lactancia materna y las intervenciones para mejorar la atención básica de la salud. Estas iniciativas forman la base de la promoción y las actividades de UNICEF para contribuir a derrotar la enfermedad y lograr el Objetivo del Milenio 6, así como el Objetivo 4, la supervivencia infantil.
- Objetivo 7: Garantizar el sustento del medio ambiente.
- - Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales y reducir la pérdida de recursos del medio ambiente.
- - Haber reducido y haber ralentizado considerablemente la pérdida de diversidad biológica en 2010.
- - Reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento.
- - Haber mejorado considerablemente, en 2020, la vida de al menos 100 millones de habitantes de barrios marginales.
- En 2002, una de cada seis personas en todo el mundo -1.100 millones en total- carecían de acceso al agua potable. Alrededor de 400 millones eran niños y niñas. Cuatro de cada 10 personas en todo el mundo carecen de acceso a una simple letrina. Y más de 614 millones de niños y niñas tienen que vivir en hogares donde hay más de cinco personas por habitación y los suelos son de barro. En países de África subsahariana como Etiopía, Rwanda y Uganda, cuatro de cada cinco niños utilizan agua de superficie o tienen que caminar más de 15 minutos para encontrar una fuente protegida de agua. Cuando no se satisface, esta necesidad urgente es la base de otros problemas. El agua contaminada propaga enfermedades como el cólera y la diarrea infantil, que matan a 5 millones de personas todos los años, especialmente niños y niñas. Más de la mitad de los habitantes de África sufren estas enfermedades relacionadas con el agua. Además, la mala salud perjudica el potencial de aprendizaje de la infancia. Por ejemplo, 400 millones de niños y niñas en edad escolar contraen todos los años infecciones con parásitos intestinales que deterioran sus capacidades cognoscitivas. Los niños y niñas se ven obligados a caminar largas distancias para obtener agua potable, sufren de hecho la prohibición de acudir a la escuela. La falta de una letrina afecta gravemente su salud y su dignidad de otra manera. Puede que, por razones de seguridad y de modestia, tengan que esperar hasta la noche para realizar sus necesidades. Y debido a las funciones que realizan el hogar, pueden trasmitir más fácilmente enfermedades a la familia si no disponen de agua para una buena higiene. Las mujeres enfermas, embarazadas o que acaban de dar a luz suelen sufrir más a causa de la falta de saneamiento y hay grandes posibilidades de que trasmitan sus enfermedades a sus hijos. No se trata de que no haya agua suficiente. Lo que falta es el compromiso de los gobiernos, la tecnología para asegurar un buen abastecimiento de agua y saneamiento, y el dinero para poner en marcha los programas relacionados con el agua.
- Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
- - Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio.
- - Atender las necesidades especiales de los países menos adelantados.
- - Atender las necesidades especiales de los países en desarrollo sin litoral y los pequeños Estados insulares en desarrollo (mediante el Programa de Acción para el desarrollo sostenible de los pequeños Estados insulares en desarrollo y los resultados del vigésimo segundo período extraordinario de sesiones de la Asamblea General).
- - Encarar de manera integral los problemas de la deuda de los países en desarrollo con medidas nacionales e internacionales para que la deuda sea sostenible a largo plazo.
- - En cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo a precios asequibles.
- - En cooperación con el sector privado, dar acceso a los beneficios de las nuevas tecnologías, especialmente las de la información y las comunicaciones.
- Los Comités Nacionales representan a UNICEF en todo el mundo industrializado, defendiendo los derechos de la infancia y el cumplimiento de los Objetivos. Establecen relaciones con aliados del sector privado, voluntarios y donantes, y recaudan cerca de una tercera parte de los ingresos de UNICEF. El Comité Nacional de Japón, que celebró su 50mo aniversario en 2005, es el primer Comité que ha recaudado para UNICEF más de 100 millones de dólares en un solo año. El Comité Checo trabaja con una revista nacional que ha mejorado la cobertura de iniciativas de UNICEF como la inscripción del nacimiento y la eliminación del trabajo infantil. El Comité de Bélgica movilizó un avión para enviar suministros de emergencia poco después del terremoto que destruyó la ciudad de Bam en la República de Irán. Los gobiernos son un vínculo esencial para cualquier actividad de UNICEF y una de las razones por las cuales la mayoría de sus actividades incluyen tareas de promoción basadas en investigaciones. Sobre la base de las experiencias en el terreno, y en alianza con otros organismos de las Naciones Unidas, UNICEF trabaja para estimular un debate sobre los marcos nacionales, las reformas legislativas y las asignaciones presupuestarias que afectan a la niñez y las mujeres. Debido a que las necesidades de la infancia son tan fundamentales -y son tan importantes para el desarrollo general# UNICEF promueve el fomento de la capacidad y la utilización conjunta de recursos para que las inversiones nacionales e internacionales contribuyan a promover el interés superior del niño, incluso en situaciones de emergencia. UNICEF también ejerce una función de apoyo con los gobiernos, a quienes ofrece asistencia técnica basada en investigaciones para sus actividades. Sin el respaldo nacional y de la comunidad, no es posible llevar a cabo las medidas necesarias; pero si se produce este respaldo, las medidas dan buenos resultados. En la India, donde viven con VIH/SIDA alrededor de 4,6 millones de personas, UNICEF y el Gobierno se unieron en el Programa Educativo para la Prevención del SIDA, que promueve conductas sexuales sin riesgo y explica las causas de la enfermedad. El Programa ha llegado ya a 5 millones de estudiantes. Las empresas han unido sus fuerzas con los Comités Nacionales y con las oficinas de país para fomentar la toma de conciencia y recaudar fondos para UNICEF. Check Out for Children, una alianza con la cadena Starwood Hotels and Resorts, ha ayudado a UNICEF a vacunar más de 500.000 jóvenes con donaciones por 10 millones de dólares desde 1995. IKEA y UNICEF se unieron para eliminar el trabajo infantil en la India. La alianza de cinco años, con fondos por valor de 1,4 millones de dólares, se concentra en la prevención y eliminación de la explotación infantil en el cinturón de la alfombra en Uttar Pradesh. La iniciativa había llegado a 402.000 personas en 200 poblados a finales de 2003. UNICEF trabaja estrechamente con cientos de organizaciones no gubernamentales y fundaciones. En situaciones de emergencia, UNICEF se une a Medecins Sans Frontieres (Médicos Sin Fronteras), Oxfam y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Roja, para distribuir suministros y servicios de salud. Rotary International y la Fundación Bill y Melinda Gates financian campañas de vacunación, y contribuyen a fomentar la concienciación sobre la importancia de la inmunización. La Fundación Zonta International financia un proyecto, dirigido por el Ministerio de Salud del Afganistán, para eliminar el tétanos entre las mujeres y los recién nacidos de ese país. Las instituciones educativas ofrecen investigación y asistencia para muchas de las actividades de UNICEF. Un ejemplo: para contribuir a la poner en práctica servicios de emergencia obstétrica y reducir la mortalidad derivada de la maternidad, UNICEF trabaja estrechamente con el Averting Maternal Deaths and Disabilities Programme (AMDD), de la Universidad de Columbia. UNICEF ha solicitado al equipo técnico de Columbia apoyo para sus tareas en diversos países donde se llevan a cabo evaluaciones de necesidades, reuniones de planificación, visitas a los lugares y capacitación del personal de salud en aptitudes de emergencia obstétrica. UNICEF y el Programa han colaborado también en la producción de manuales, documentos técnicos e instrumentos para apoyar a las oficinas de país de UNICEF y sus aliados. Es en las organizaciones basadas en la comunidad donde se lleva a cabo la mayor parte del trabajo de UNICEF. Estos grupos contribuyen a asegurar que las vacunas que salvan vidas y la educación sobre el SIDA llegan a poblados remotos en idiomas locales, de una manera rentable y según las costumbres y las necesidades locales. En Angola, por ejemplo, los miembros de un grupo de voluntarios denominado Pastoral da Criança hablan con mujeres sobre la atención prenatal, el amamantamiento, la nutrición, el desarrollo infantil y la atención de la salud. Una vez al mes, alrededor de 200 madres primerizas se reúnen para pesar a sus bebés y compartir consejos sobre salud y nutrición. UNICEF ofrece apoyo financiero y técnico; un solo dólar ayuda a un niño al mes. UNICEF busca también la participación de los niños y niñas del mundo. Durante la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada en 2002, los propios niños y niñas acudieron por primera vez como delegados. Sobre la base de este acontecimiento sin precedentes, UNICEF ayuda a sus aliados a posibilitar que las opiniones de las niñas y los niños se tomen en cuenta en el diseño y la puesta en práctica de políticas y programas que afectan sus vidas, según la evolución de sus capacidades, y también durante los conflictos y las crisis. Esto incluye actividades que van desde la defensa del derecho de la infancia a la libertad de pensamiento y expresión hasta la creación de sitios web para que compartan sus ideas.
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